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lunes, 26 de octubre de 2009

EL AÑO 2010, EL AÑO DE LOS IMPUESTOS Y DE LA CRISIS

Hace unos días el gobierno socialista que preside el señor Rodríguez Zapatero, presentaba los Presupuestos Generales del Estado para el año 2010 cuya característica fundamental es la subida de impuestos siendo la más importante de todas ellas el incremento del tipo impositivo general del IVA en dos puntos y en un punto el tipo impositivo del IVA reducido a partir del uno de Enero del año próximo.

La subida de los tipos impositivos del IVA que gravan la mayoría de los productos que consume el ciudadano conllevará evidentemente una subida generalizada en los precios y, a pesar de la introducción del fenómeno de “las Rebajas”, tal subida se reflejará en el Índice de Precios al Consumo que sirve de base para la revisión de pensiones y salarios, con lo cual es muy posible que el consumo se reduzca aún más y con él la producción de manufacturas en nuestro país con lo que, unido al incremento salarial que será justamente exigido por los sindicatos en todos aquellos convenios colectivos que tienen pactada una cláusula de revisión conforme al I.P.C., llevará a más empresas a cerrar y a muchos trabajadores a engrosar las filas del paro. ¿Acaso alguien duda que la subida del siete al ocho por ciento del IVA que grava la nueva construcción no producirá una subida equivalente en el precio de la vivienda nueva y un retraso en la recuperación del sector inmobiliario?

El otro aspecto de la subida de impuestos como es el incremento en las retenciones en las rentas de capital, es de menor importancia ya que las cantidades retenidas supondrán en la mayoría de los casos que la hacienda pública tenga que devolver más o recaudar menos en Primavera cuando se realice la liquidación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. No obstante tal incremento en la retención de las rentas de capital unido al descenso notable en la rentabilidad en los productos a plazo fijo puede llevar a muchos pequeños ahorradores a sacar sus dineros de los bancos con la intención de disfrutarlos, lo que no solo perjudicará a su seguridad personal futura sino también agravará la situación de falta de liquidez de muchos bancos cuya estabilidad podrá verse en peligro junto con los ahorros de no pocos ciudadanos.

Esta pretendida subida de impuestos ha sido defendida por el Ministro de Fomento, don José Blanco, afirmando que es para garantizar la sanidad, la dependencia, la educación, la justicia y otros muchos servicios públicos no cayendo en la cuenta de que tanto la sanidad como la educación y la justicia están transferidas desde hace años a las Comunidades Autónomas teniendo que ser ellas quienes tienen el deber de garantizarlas y financiarlas. Asimismo el Partido Popular, principal partido de la oposición, que estaba en el gobierno de España tan solo hace cinco años, se opone con enérgica pose dialéctica a toda subida de impuestos proponiendo como mágica receta para salir de la grave crisis que padecemos la reducción de impuestos ignorando o no reconociendo de que en todas las administraciones locales en las que gobierna el Partido Popular, como es el caso del Ayuntamiento de Madrid, los impuestos se incrementan e incluso se inventan nuevas tasas como la de “tratamiento de residuos”.

Evidentemente esta subida tan radical de impuestos y de la que no hay que echar la culpa solo al Partido Socialista hoy gobernante sino también a todos los partidos políticos que poseen y ejercen una parcela de poder ya sea municipal o autonómica obedece a un hecho extremadamente grave cual es que durante varios lustros en nuestro país, todas las instituciones han gastado mucho y mal y las arcas públicas se encuentran vacías y con la obligación de hacer frente a numerosas deudas. Si en los tiempos de bonanza económica las Administraciones Públicas, ya sean estatales, autonómicas o locales; han sido las que principalmente se han beneficiado de la misma por medio de la recaudación de impuestos (sobre todo a través del IVA, de las Plusvalías y del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales) en los tiempos presentes de crisis económica generalizada esas mismas Administraciones son las principales deudoras de no pocas empresas que durante años han desarrollado trabajos para ellas y que ahora se encuentran con muchas facturas impagadas y con problemas de solvencia y de liquidez.

De todas formas lo más grave de esta subida de impuestos es que provocará una situación de alza generalizada de los precios que, por cierto, provocará que otro sector importante de la economía española cual es el turismo se resienta y ahogará un poco más a la economía particular de las familias y de las pequeñas y medianas empresas, verdadero sostén económico de la hacienda pública, corriéndose el importante riesgo de ampliar y trasladar la quiebra económica en la que se encuentra el estado español y que es fruto de una mala gestión a toda la sociedad española que no es más que la suma de todos y cada uno de sus individuos y familias.


lunes, 19 de octubre de 2009

REFLEXIONES DE URGENCIA TRAS LA MANIFIESTACIÓN DEL 17-O

Transcurridos varios días desde que se celebrara en Madrid, el día 17 de Octubre del 2009, una manifestación contra el aborto en la que acudieron, según fuentes policiales, más de un millón de personas se impone exponer unas serías y duras reflexiones que ni siquiera se van a plantear ninguna de las asociaciones convocantes de dicha manifestación ensimismadas en su “triunfo” del Sábado.


En primer lugar, sería de necios el no reconocer el éxito de la convocatoria que logró reunir a más de un millón de personas en Madrid, aunque los convocantes deberían explicar al gran público en qué se diferencia esta concurrida manifestación de la no menos numerosa reunión celebrada en los alrededores del estadio Santiago Bernabeu en el año 1983 con motivo de la aprobación, por el Gobierno Socialista de don Felipe González, de la Ley del Aborto cuya reforma ahora se pretende. Aquella manifestación de 1983 no solo demostró que no sirvió para evitar que la Ley fuera aprobada y puesta en marcha, sino que además puso de manifiesto que, con el paso de los años, el poder de convocatoria contra el aborto fue decayendo hasta quedar reducido a unos grupos testimoniales de personas que se concentraban periódicamente ante las clínicas abortistas al tiempo que el aborto iba despareciendo como tema de debate de todas las tertulias para, finalmente, terminar siendo práctica aceptada por todos los grupos políticos con representación parlamentaria y por una gran parte de la población que en un principio se había mostrado contraria al mismo.


Por otra parte, la manifestación del 17 de Octubre ha demostrado que existe un gran número de personas que al mismo tiempo que están contra el aborto y a favor de una nueva sociedad y de una nueva forma de entender la vida, son fácilmente manipulables. Como prueba de tal afirmación basta con haber reparado en la presencia en la cabeza de la manifestación convocada por el Foro de la Familia y otras asociaciones de numerosos representantes del Partido Popular quienes sin duda aspiran a rentabilizar las reivindicaciones antiabortistas convirtiéndolas en un “caladero electoral”, pues es menester recordar que el Partido Popular, en ocho años de gobierno (los cuatro últimos con mayoría absoluta), no solo no derogó la Ley del Aborto de 1983 sino que la amplió aprobando el uso y la venta de la píldora abortiva RU-486 en el año 1999. A mayor redundancia hay que recordar que el Partido Popular no se expresa en sentido contrario a la Ley del Aborto ni rotundamente contrario al aborto mismo sino que siempre habla de “no romper el consenso” y de “hacer una reforma consensuada”, por lo que la presencia de representantes de dicho partido en la manifestación también se puede interpretar como un intento futuro de reconducir la voluntad de los convocantes hacia el tan manido “consenso” sobre un tema que no admite componendas.


Las posturas a favor o en contra del aborto son absolutas, en ellas no caben matizaciones o excepciones: o se esta a favor del aborto y por tanto de que exista una ley que lo despenalice y lo regule, o se esta en contra del aborto y en consecuencia se ha de exigir la derogación de toda ley que no lo penalice. Así pues, tan abortista es un partido que aprueba o reforma una ley despenalizadora del aborto como aquel que, afirmando estar en contra y dándose fuertes golpes de pecho, no deroga tales leyes cuando llega al poder, siendo, sin duda alguna, más repugnante la postura de éste último.

Parece ser cierto que todas las encuestas realizadas actualmente sobre el tema del aborto muestran un gran rechazo social a la reforma legal que se pretende, pero hay que recordar que cuando la Ley del Aborto se aprobó en 1983 las encuestas también reflejaban que dicha ley se había realizado en contra de la opinión mayoritaria de los españoles, en cambio, tan solo diez años después, toda oposición al aborto se había diluido hasta prácticamente desaparecer siendo el anuncio de una reforma de dicha ley la que ha provocado que un número importante de ciudadanos españoles salga a protestar a la calle levantándose de sus cómodos sillones a los cuales regresarán, tal vez escandalizados y echándose las manos a la cabeza, una vez que la controvertida reforma legal sea aprobada y empiece su andadura.


Asimismo ha quedado de manifiesto que quien es partidario de cualquiera de los dos partidos mayoritarios es partidario acérrimo de tales partidos hagan lo que hagan y digan lo que digan aunque todo su discurso este plagado de contradicciones peligrosas para la salud mental. En este sentido es llamativo lo afirmado por el Presidente del Partido Popular, don Mariano Rajoy, quien ha dicho que el gobierno de Rodríguez Zapatero no puede desoír a los manifestantes lo cual contrasta con lo hecho por su partido cuando, estando en el poder, no dudó en hacer caso omiso de todo el clamor popular vertido en numerosas manifestaciones contrarias a la guerra de Irak.


Todo esto nos llega a concluir que las aspiraciones de los manifestantes del pasado 17 de Octubre del 2009 no están ni pueden estar realmente representadas por ninguno de los partidos mayoritarios que tienen representación parlamentaria, por lo que los convocantes de la mencionada manifestación deberían ser menos timoratos, menos manipulables y optar por otras opciones más sinceras y menos hipócritas a fuer de no caer ellos mismos en hiPPócritas discursos.


lunes, 12 de octubre de 2009

EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ, UN PREMIO DESPRESTIGIADO

La reciente concesión del Premio Nobel de la Paz al actual presidente norteamericano Barak Obama ha despertado una gran polémica y controversia sobre estos premios que concede anualmente la Fundación Nobel y la Academia Sueca de las Ciencias y que tienen un total de seis categorías, siendo cinco las originarias instituidas por Alfred Nobel en su testamento de 1895 (Física, Química, Medicina, Literatura y Paz) a la que se añadió la de economía en 1968.

Alfred Nobel (1833-1896) fue un químico sueco que inventó diversos explosivos para uso militar como la balistita o la gelignita, siendo su mayor éxito científico la estabilización de la nitroglicerina mezclándola con tierra de infusorios dando lugar a lo que hoy se conoce como “dinamita”. Todos sus inventos así como sus inversiones en los pozos petrolíferos del Cáucaso y en numerosas explotaciones mineras le hicieron amasar una enorme fortuna al tiempo que desarrollaba cierto complejo de culpabilidad por el uso destructivo que la humanidad estaba haciendo de sus descubrimientos lo que, unido a la costumbre de la época de realizar acciones benéficas para perpetuarse en la memoria del género humano tras la muerte, hizo que redactase un testamento en el que donaba prácticamente toda su fortuna a una sociedad filantrópica –la Fundación Nobel- que anualmente otorgaría unos premios a los que hubieran realizado el mayor beneficio a la humanidad.

Los Premios Nobel se empezaron a otorgar en sus cinco categorías primigenias en 1901, siendo el primer galardonado con el Premio Nobel de la Paz, el suizo Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja.

No obstante, a diferencia de las otras cuatro categorías originarias en la que los criterios para otorgar el galardón suelen ser más objetivos, el Premio Nobel de la Paz, que se concede a propuesta de cinco miembros del Parlamento Sueco (Comité Nobel del Parlamento Sueco); no ha estado jamás exento de polémica porque en no pocos casos se ha otorgado por intereses políticos a personas poco dignas de ser consideradas benefactoras de la paz y de la concordia entre los pueblos. Así en 1906 se concedió al Presidente Norteamericano Theodore Roosvelt por su mediación en 1905 en la guerra Ruso-Japonesa, aunque poco se tuvo en cuenta su belicismo contra España en 1898, su intervencionismo militar en Marruecos y en Panamá y sobre todo, el hecho de que fue el instigador oculto del ataque japonés a Rusia en 1904.

A pesar de que desde 1901 el Premio Nobel de la Paz ha sido concedido a muchas personas de dudosa adhesión a la paz y al entendimiento pacífico entre los pueblos, no cabe duda de que el periodo de inflexión de este galardón que supone el declive en el prestigio de esta categoría de los “Nobel” son los años treinta del Siglo XX en los cuales, a pesar de concederse el Premio Nobel de la Paz de 1935 al pacifista alemán Carl Von Ossietzky que en ese año sufría injusta prisión impuesta por el régimen nazi que imperaba en Alemania no se dudó, por parte del Comité Nobel del Parlamento Sueco, en nominar al mismísimo Adolf Hitler para el Premio Nobel de la Paz del año 1938 como reconocimiento a sus gestiones para salvar la paz mundial en el Tratado de Munich.

Así pues, que se haya concedido el Premio Nobel de la Paz al actual presidente de Estados Unidos, Barak Obama, no debe sorprender ni escandalizar a nadie sino que debe entenderse, más bien, como un gesto más para congraciarse con la primera potencia del mundo porque difícilmente se puede considerar que Obama es “un gran benefactor de la humanidad” cuando tan solo lleva ocho meses en la presidencia del país con más cabezas nucleares del mundo y en este tiempo ni ha acabado con la guerra de Irak ni ha dado muestras de desarrollar una política menos agresiva que sus antecesores en Asia Central y en otras partes del planeta.


Recomendamos encarecidamente a la Fundación Nobel y a la Academia Sueca que recen mucho y eleven preces al Altísimo para que el Premio Nobel de la Paz de este año, Barak Obama, no decida durante el mandato que le resta por cumplir o en el siguiente, si es nuevamente elegido en el año 2012, invadir algún país bajo cualquier excusa porque, de no ser así, tendrían que ir pensando en dejar de otorgar el tan famoso, que ya no prestigioso, galardón para no hacer más el ridículo, como lo hicieron con su “pequeño desliz” de 1938 el cual han procurado ocultar durante años sin éxito.

viernes, 9 de octubre de 2009

“MALDITOS BASTARDOS” de Quentin Tarantino

Aunque generalmente se habla de “Cine Bélico” como un género cinematográfico homogéneo claramente diferenciado de todos los demás, lo cierto es que no es más que una suma de multitud de géneros cinematográficos en lo que lo único característico es la ambientación de la acción y de los personajes en una zona o tiempo de guerra. Así, y dependiendo de la época y de las circunstancias históricas que rodean la producción cinematográfica, el “Cine Bélico” es cine histórico, de aventuras, de propaganda, de humor, de denuncia política, de acción o de varios de esos géneros a la vez.


Si bien la última película del director norteamericano “Quentin Tarantino” titulada “Malditos Bastardos” acaba de estrenarse tras una intensa (y no menos interesante) campaña publicitaria en la que se ha hecho mucho hincapié en la dureza y violencia de muchas escenas, no es menos cierto que tal violencia no es original en la película de Tarantino y además ni siquiera las escenas son tan violentas ni crudas como cabría esperar en comparación con otras muchas películas que actualmente permanecen en la gran pantalla.


La grandeza de “Malditos Bastardos” no esta ni en la originalidad del argumento, ni en la espectacularidad de sus efectos especiales y ni tan siguiera en la excelencia de la dirección sino que se encuentra en la genialidad de un guión que reúne y reproduce en una sola película varias ideas de distintos guiones anteriormente llevados al cine con gran éxito. Así, en “Malditos Bastardos” se reconocen claramente varias películas como son “Ser o no Ser” (en el hecho de intentar matar al dictador alemán mientras asiste a un estreno de cine) dirigida en 1942 por Ernest Lubitsch, “El Gran Dictador” (en la escena del gran enfado de Hitler) dirigida por Charles Chaplin en 1940, “Doce del Patíbulo” (en la formación del comando e incluso en la escena en la que Brad Pitt se dirige a sus reclutas parece que esta inspirada por la propia interpretación de Lee Marvin en la película) dirigida por Robert Aldrich en 1967 e incluso la película “Amen” (en el personaje de Hans Landa y en el final de la cinta) dirigida por Costa-Gravas en el 2002.


El espectador que acuda a ver “Malditos Bastardos”, esperando encontrarse con una gran película bélica de cierto rigor histórico y llena de acción podrá salir defraudado, pero aquel que acuda con la mente abierta solo esperando pasar un rato entretenido disfrutando durante dos horas y media del cine característico del oscarizado Quentin Tarantino saldrá entusiasmado por el excelente homenaje a todo el cine que supone esta película en la que incluso se llega a intercalar directamente imágenes de la película “Sabotaje” (La Mujer Solitaria) dirigida en 1936 por Alfred Hitchcock y adaptación de la novela “El Agente Secreto” de Joseph Conrad.


Por último, es de indicar que “Malditos Bastardos” a pesar de ser una película sobre todo pensada para el puro entretenimiento en la que el espectador puede obtener algunas risas es también una película comprometida que termina denunciando la complicidad de los aliados y de las reconstruidas democracias occidentales en la fuga y protección de criminales de guerra y genocidas nazis.

domingo, 4 de octubre de 2009

EL “SÍ” DE IRLANDA O EL ESTUPRO DE LOS PUEBLOS

La Europa institucional, economicista y burocrática, se congratula del resultado favorable al Tratado de Lisboa dado por Irlanda en el referéndum celebrado el pasado 3 de Octubre del 2009 al tiempo que empieza una solapada campaña propagandística a favor de dicho tratado haciendo creer que con el “Sí” de Irlanda se ha dado un paso altamente beneficioso para todos los habitantes del viejo continente.

No obstante, estos mismos personajes que hoy celebran el resultado del referéndum irlandés ya se han olvidado y trataran de hacernos olvidar a todos que hace escasamente un año y medio, el 13 de Junio del 2008, la misma Irlanda que hoy ha dicho “Sí” en popular consulta al Tratado de Lisboa; dijo “No” al mismo tratado y por el mismo método democrático del plebiscito y ello porque si permanece en nuestra memoria este hecho aparentemente contradictorio, cabría exigir a los señores políticos que explicaran la razón del por qué el “No” del año 2008 carecía de valor y había que repetir el referéndum y el “Sí” del presente año es incuestionable y definitivo y dentro de año y medio no hay que realizar una nueva consulta popular.

Habrá quién explique este cambio del sentido de voto en la población irlandesa en tan solo año y medio como producto de la crisis económica que en dicho país, con un quince por ciento de paro, amenaza con ser de descomunales proporciones, o como fruto de una supuesta imposición de condiciones del estado irlandés a la Comisión Europea para sumarse al Tratado de Lisboa, o como mera consecuencia de una mayor participación electoral.

Si la participación en el referéndum irlandés del año 2008 fue del 53 por ciento del censo electoral y en esta última convocatoria ha sido similar, evidentemente no se puede considerar el cambio en el resultado como consecuencia de una alteración en los parámetros electorales lo que unido a la pequeña diferencia de tiempo entre la celebración de una y otra consulta popular tampoco se puede atribuir a un cambio sociológico o generacional en la población. Así pues, hay que buscar las causas del cambio de postura en otros motivos.

Esta psicológicamente probado y es técnica normal en cualquier avieso interrogatorio que la continua y repetida formulación de una pregunta a un individuo hace que el preguntado termine dando la respuesta que se desea obtener por parte de quien pregunta y es precisamente esta técnica la que, aplicada a poblaciones enteras y convertida en una técnica de ingeniería social contraria a todo espíritu democrático y alejada de cualquier respeto por la libertad, la que subyace en el cambio de opinión de los irlandeses.

Si originariamente un referéndum era el medio más efectivo de participación directa de los administrados en la administración y el más democrático de los métodos para que los ciudadanos se pronunciaran sobre lo que los gobiernos tenían o no tenían que hacer, los políticos actuales han conseguido manipularlo hasta el punto de reducirlo a la condición de estupro de los pueblos mediante el cual determinados intereses utilizando el engaño o prevaleciéndose de una situación de superioridad tienden a justificar y legitimar lo que desean que se legitime y que se justifique. En este sentido, volvemos a reiterar que si el “No” dado por Irlanda en el año 2008 no servía y había que repetir la consulta popular, ¿Cuál es la causa de que el “Sí” de ahora valga, sea definitivo y no haya que volver a hacer otro referéndum dentro de un año?.

A mayor redundancia hay que recordar el caso español. En el año 2005 y tras una campaña en la que todos los partidos mayoritarios (incluido el Partido Popular que estando en el gobierno sostuvo que la Constitución Europea perjudicaba a los intereses de España) sospechosamente pidieron el voto afirmativo, los españoles aprobaron en popular plebiscito, aunque con escasa participación, el texto de la Constitución Europea. En cambio, tras el rechazo en los referéndums celebrados en Francia y Holanda a la mencionada Constitución Europea, la misma cayó en el olvido y ahora nuestro gobierno pretende ratificar sin consulta popular previa el Tratado de Lisboa, que no es precisamente el texto que aprobaron los españoles en el referéndum del 2005 por lo que cabe preguntarse ¿Para qué se hizo aquel referéndum si al final lo expresado en él se ha visto escamoteado? ¿Es realmente democrático un régimen que se sirve de instituciones democráticas como son los plebiscitos para burlar la voluntad popular en ellos expresados?.

En definitiva, la utilización perversa que se viene haciendo desde hace tiempo de los plebiscitos o referéndums, reiterándolos y repitiéndolos cuando los resultados que se obtienen en los mismos no es el deseado por los poderes que los convocan confirman la creencia de los que sostenemos que los principales problemas políticos con los que nos enfrentaremos muy pronto son las nuevas formas del totalitarismo y las amenazas para la libertad de los individuos y de los pueblos.

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