CONTACTO (indicando como asunto El Chouan Ibérico): arturoen@hotmail.com

jueves, 24 de abril de 2014

II SIMPOSIUM DE HISTORIA DEL CARLISMO EN AVIÁ (BARCELONA)

 
Programa original del II Simposium de Historia del Carlismo
El próximo Sábado 10 de Mayo, tendrá lugar en la localidad catalana de Aviá, en la comarca de la Berguedá (Barcelona), el II Simposium de Historia del Carlismo organizado por el Centre d´estudis d´Aviá con la colaboración de la “Asociación 16 de Abril”.

            El Simposium tendrá lugar en el Ateneu de Aviá iniciándose a las 9.00 horas de la mañana con la inscripción de los participantes y continuará a partir de las 10.00 horas con la presentación de catorce ponencias por parte de otros tantos ponentes.

            Tras las ponencias y un receso para comer, el Simposium continuará a las 17.30 horas con la inauguración de la exposición de ilustraciones carlistas “Rastros de Sangre y Fuego” de Pere Boixader en L´Arxin Comarcal de Berguedá y a las 18.00 horas con la presentación de la medalla conmemorativa del evento en el salón de actos del Hotel Berga Park.

En el mismo salón de actos del Hotel Berga Park y a partir de la misma hora se pronunciará un ciclo de tres conferencias tituladas: “Museo del Carlismo, conservación, documentación y difusión del patrimonio histórico”, a cargo de Iñaki Urricelqui; “El Frente Exterior en la Transición Española a cargo de S.A.R. Doña María Teresa de Borbón Parma; y “El Castell de Berga de 1874” a cargo de Xavier Campillo.

            Cerrará el Simposium la presentación del libro “Estat Carlista: Tradició i Furs” que contiene las ponencias presentadas en el mismo.

            Tras las conferencias y la presentación del libro se abrirán amplios coloquios con los conferenciantes terminando la jornada con una cena en el Restaurante del Hotel de Berga.

            Además de todos estos actos culturales el Simposium ofrecerá una amplia gama de actividades complementarias al día siguiente 11 de Mayo.

            Los interesados en participar e inscribirse en este II Simposium de Historia del Carlismo pueden dirigirse a las páginas web: http://ceavia.blogspot.com y http://ceaviacarlisme.blogspot.com o solicitar mayor información en el correo electrónico c.e.avia@telefonica.net .

martes, 15 de abril de 2014

EL COLONIALISMO Y SU PERVIVENCIA ACTUAL

El Colonialismo no siempre resulta ser esta imagen estereotipada 
El colonialismo es un término muy mal visto por la mayoría de los ciudadanos del primer mundo al tener una idea muy simple del mismo según la cual unas poderosas potencias se enfrentaban, con todos sus adelantos técnicos, a unos pueblos que no disfrutaban de tales ventajas a fin de apoderarse de sus territorios y explotar las materias primas y recursos naturales que en los mismos se encontraban. No obstante, esta visión del colonialismo como expansión militar no obedece a la verdad como demostraría la simple observación de que las fuerzas militares británicas y francesas que forjaron y mantuvieron sus respectivos imperios en el siglo XIX y XX eran notablemente pequeñas en número si se las compara con las poblaciones autóctonas que integraban los territorios de dichos imperios.

            La idea de una potencia colonial no solo era dominar un territorio para explotar sus recursos naturales, sino también la de disponer de un espacio donde poder remitir su excedente de población en tiempos de crisis que, en la metrópoli, estaría condenada al desempleo y a constituirse en foco de inestabilidades políticas y sociales y, sobre todo, adquirir ventajas geoestratégicas sobre otras potencias colonialistas similares.

            Lejos de lo que comúnmente se cree, las víctimas del colonialismo no solo fueron pueblos primitivos sino también estados avanzados que por entrar en crisis institucionales a causa de la corrupción y la ausencia de progresos político-sociales decaían en todos los aspectos siendo fáciles presas de potencias más poderosas y ordenadas de su mismo entorno (este fue el caso de España en 1898 y del Imperio Otomano a principios del Siglo XX).           

La dominación colonial de un territorio no empezaba, como la mayoría de la gente cree hoy en día, con una expedición militar que tomaba posesión del mismo, sino que por el contrario se iniciaba, en el caso de poblaciones no organizadas en estados modernos, con expediciones científicas que ponían de relieve las riquezas de tal o cual territorio así como la conveniencia de acceder a su posesión. A estas expediciones científicas seguían expediciones de carácter humanitario que, con la excusa de proporcionar cultura y asistencia sanitaria, incorporaban a algún plenipotenciario con poderes para suscribir tratados leoninos con las tribus existentes en virtud de los cuales las poblaciones nativas se sometían al poder de la potencia colonizadora cediéndola el control y la administración de su territorio y permitiéndola el asentamiento de ciudadanos de la metrópoli. Solo y exclusivamente en los casos de que esos tratados no fueran respetados o que las misiones humanitarias sufrieran algún tipo de agresión, la potencia colonial recurría a la fuerza militar.

           
Los personajes y el objeto han cambiado pero la finalidad es la misma
Más compleja era la dominación de un territorio que pertenecía a un estado constituido y organizado. En estos casos, se acudía a la clásica vía diplomática mediante la cual se llegaban a negociar tratados internacionales entre dos potencias soberanas y aparentemente iguales por los que se acordaba la construcción de grandes infraestructuras que eran emprendidas y financiadas por personal y empresas de la potencia colonial (por ejemplo el canal de Suez) así como la concesión de cuantiosos préstamos para financiar los aparatos administrativos de la potencia a colonizar con la excusa de modernizarlos. De esta forma la potencia colonial no solo controlaba la infraestructura que había ayudado a construir sino que además conseguía el endeudamiento del estado a colonizar el cual se veía obligado a ceder constantemente a nuevas y progresivas exigencias de sus acreedores abriendo sus mercados y puertos, limitando sus jurisdicciones, estableciendo concesiones a la explotación de yacimientos, etc… Una vez que esto sucedía, el estado colonizado se encontraba con que había cedido todos sus activos económicos y productivos a la potencia colonial y que carecía de toda capacidad de reacción porque esta podría producir la exigencia del pago de los préstamos realizados y, por ende, llevarle a la quiebra económica. De esta forma, un estado no dejaba aparentemente de ser soberano e independiente pero de hecho quedaba a merced de los deseos y caprichos de una potencia extranjera.  

            En la actualidad, las antiguas potencias coloniales carecen de colonias y las que tienen no son más que un residuo casi folklórico de sus viejos sueños de gloria imperial. No obstante, en todo tiempo el colonialismo siempre ha estado presente en los usos políticos de las relaciones internacionales reapareciendo claramente y con fuerzas renovadas en la actualidad porque detrás de la financiación externa para la construcción de infraestructuras a la que recurren determinados estados que se endeudan en exceso (como es el caso del estado español), así como de la compra de deuda pública de los mismos no hay más que el viejo colonialismo en el que la potencia colonial solo tiene que exigir al estado colonizado lo que ha de hacer bajo amenaza de exigirle de golpe el pago de la deuda y llevarle a la quiebra. En realidad este colonialismo es más ventajoso para la potencia colonial ya que esta no asume ninguna responsabilidad en el control y administración del territorio colonizado la cual corresponde exclusivamente a los gobiernos constituidos y, en muchos casos, elegidos entusiásticamente por sus propios ciudadanos salvaguardándose, en apariencia, las libertades democráticas, la integridad territorial de los estados, la soberanía de los mismos y todos los demás principios proclamados por el Derecho Internacional.

            Tanto en el pasado como en el presente es el mercantilismo y no el militarismo el origen y la causa del colonialismo, no siendo los ejércitos nada más que unas piezas del tablero que se usan, en último extremo, para abrir mercados y defender los grandes intereses económicos. El colonialismo no es una práctica política del pasado como cree la inmensa mayoría sino que es un uso fundamental y característico de la política internacional siendo sus víctimas no solo los pueblos del denominado “Tercer Mundo” sino todo aquel estado, que por las causas que sean, decae y se convierte en deudor de otro estado más poderoso.

jueves, 10 de abril de 2014

“LA DAGA Y LA DINAMITA” de JUAN AVILÉS FARRÉ


Portada del Libro
Con el título de “La Daga y la Dinamita” la editorial Tusquets, en su colección “Tiempo de Memoria”, ha publicado un curioso, peculiar y raro libro escrito por Juan Avilés Farré que, como su propio subtitulo indica, -“Los anarquistas y el nacimiento del terrorismo”-, más que satisfacer un vacío historiográfico sobre la violencia anarquista pretende vincular al anarquismo con los execrables actos terroristas que se cometen actualmente por todo el mundo reseñando para ello los entresijos de diversos actos violentos y criminales cometidos por militantes anarquistas a finales del Siglo XIX y principios del XX.

            En realidad, esta obra resulta desde el punto de vista histórico gravemente deficitaria porque si su autor hubiera querido recopilar la historia de la violencia anarquista debería haberse extendido hasta nuestros días no dejando de mencionar y analizar hechos históricos tan importantes como, por ejemplo, el asesinato de Canalejas en 1912 o el de Eduardo Dato en 1921.

            Parece ser que en “La Daga y la Dinamita” se intenta sentenciar que fue el anarquismo el origen del actual terrorismo, ignorando que magnicidios siempre han existido y, sobre todo, que el primer atentado terrorista con coche bomba tuvo lugar en Paris el 24 de Diciembre de 1800 contra Napoleón I, esto es, varias décadas antes del nacimiento del anarquismo como corriente ideológica y política. En este sentido no se puede sostener la tesis que se viene a defender en “La Daga y la Dinamita” de que lo que caracteriza al terrorismo anarquista es su carácter indiscriminado, lo que le vincularía con el actual terrorismo Yihadista, porque, entre otras cosas, el ya anteriormente mencionado atentado contra Napoleón I fue indiscriminado al dejar 52 víctimas entre muertos y heridos y encontrándose entre los fallecidos una niña de corta edad.

            “La Daga y la Dinamita” tampoco pretende ser, y de ahí su rareza, una historia del terrorismo sino que exclusivamente constituye un esfuerzo pseudo histórico y pseudo científico de vincular el anarquismo con el terrorismo del momento presente resultando una muy pobre y deficiente obra sobre las motivaciones del terrorismo y la historia de la violencia terrorista.

            En el primer capítulo de la “La Daga y la Dinamita” el lector podrá encontrar varias definiciones legales de terrorismo, cada cual más tendente a calificar de terrorista cualquier rebelión irregular contra un estado constituido a pesar de que ya los clásicos griegos definieron el terrorismo, con una certeza absoluta, como “el acto de matar a uno para ahuyentar a decenas”. Partiendo de esta definición clásica, terrorista es todo aquel acto, no necesariamente indiscriminado ni realizado fuera de la ley, que se realiza con la intención de aterrorizar, asustar o ahuyentar y, por ende, con la intención de dominar o doblegar voluntades, individuales o colectivas, por medio del miedo. Así, en “La Daga y la Dinamita” se echa de menos un capítulo dedicado al terrorismo de Estado cuya paternidad y orígenes sí se pueden atribuir, más razonada y certeramente, al Comunismo Bolchevique y, más concretamente, al Jefe de la Comisión Extraordinaria para la lucha contra el Bandidaje, el Sabotaje y la Contrarrevolución (CHEKA), Félix Dherzhinski,  que al afirmar que “Se ha de inculcar en todos los ciudadanos la sensación de que pueden ser detenidos y fusilados en cualquier momento y por cualquier motivo” sentó las bases intelectuales del terrorismo de estado, el cual constituye la más perfecta forma de terrorismo.

            En definitiva, “La Daga y la Dinamita” de Juan Avilés Farré resulta un libro decepcionante que solo aporta a la historiografía del anarquismo y del terrorismo algunas curiosidades menores que si bien pueden justificar su lectura en ningún caso justifican su compra.

viernes, 4 de abril de 2014

LA INFANTA DOÑA MARÍA TERESA EN CASTELLÓN DE LA PLANA‏

S.A.R Doña María Teresa de Borbón Parma
11 y 12 de abril: Congreso de Historia del Carlismo en Castellón  

LA INFANTA DOÑA MARIA TERESA PRESENTA UNA PONENCIA SOBRE LA PARTICIPACIÓN DE SU PADRE, DON JAVIER DE BORBÓN PARMA, EN LA I GUERRA MUNDIAL.

                         Los próximo días 11 y 12 de abril (viernes y sábado) se celebrará en la Universidad CEU de Castelló de la Plana un Congreso de Historia del Carlismo, organizado por la Asociación CulturalGregal. Doña María Teresa de Borbón Parma presentará en la mañana de sábado una ponencia sobre la participación de su padre, Don Javier, en la I Guerra Mundial: la paz separada (1916-1917).     

                         También presentarán  ponencias y comunicaciones en este Congreso, Manuel Martorell, La continuidad ideológica del  Carlismo tras la Guerra Civil (1936-1939), Josep Carles Clemente, Idea y proyecto del Estado Carlista en la Tercera Guerra, época de Carlos VII, Aureli Puig y Rosa Vilaplana, Cobles de les Guerres Carlistes, y Josep Miralles, Montejurra 1976: el primer crimen de estado de la monarquía franquista.    


                          Aprovechando la presencia  de doña María Teresa en tierras valencianas, la asociación 16 de abril  ha preparado, pese a la corta estancia -tan solo 24 horas-  una visita cultural y varios encuentros con carlistas de todo el espectro sociopolítico  del carlismo valenciano y castellonense.  

Portada de la biografía de doña Mª. Teresa
11 i 12 d'abril: Congrés d'Història del Carlisme en Castelló 
 LA INFANTA NA MARIA TERESA PRESENTA UNA PONÈNCIA SOBRE LA PARTICIPACIÓ DE SON PARE, EN XAVIER DE BORBÓ PARMA, EN LA I GUERRA MUNDIAL.
Els pròxim dies 11 i 12 d'abril (divendres i dissabte) se celebrarà en la Universitat CEU de Castelló de la Plana un Congrés d'Història del Carlisme, organitzat per l'Associació Cultural Gregal. Na María Teresa de Borbó Parma presentarà en el matí de dissabte una ponència sobre la participació de son pare, En Xavier, en la I Guerra Mundial: la pau separada (1916-1917).     
 També presentaran  ponències i comunicacions en este Congrés, Manuel Martorell, La continuïtat ideològica del  Carlisme després de la Guerra Civil (1936-1939), Josep Carles Clemente, Idea i projecte de l'Estat Carlí en la Tercera Guerra, època de Carles VII, Aureli Puig i Rosa Vilaplana, Cobles dels Guerres Carlistes, i Josep Miralles, Montejurra 1976: el primer crim d'estat de la monarquia franquista.    
 Aprofitant la presència  de Na María Teresa en terres valencianes, l'associació 16 d'abril  ha preparat, a pesar de la curta estada -tan sols 24 hores-  una visita culturals i diverses trobades amb carlins de tot l'espectre sociopolític  del carlisme valencià i castellonenc. 

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